Nacida en 1975, en Donostia. Aunque actualmente trabajo en el sector financiero, desde pequeña he tenido un sentimiento de admiración hacia la fotografía. En casa siempre ha habido una cámara cerca, pero, no ha sido hasta hace año y medio que me dedico más en serio a esto de sacar fotos y contar historias, principalmente de la mano de Nagore Legarreta en el Centro Cultural Txondorra en que llevo participando en el curso que imparte sobre creatividad y desarrollo de proyectos fotográficos. También he participado en los talleres de Juanan Requena (El Granero) y Jon Cazenave y Awoiska Van der Molen (Museo San Telmo).
Si tuviera que hablar sobre la influencia de la fotografía sobre mi estaría hablando de que me ha abierto un mundo en el que me da herramientas infinitas para entender y gestionar mi interior. PLAKETAK, mi primer trabajo, va a ser expuesto dentro dentro del festival Argi que se celebrará entre el 5 de abril y 5 de mayo.
PLAKETAK
Simbolismo de recuerdos
“¿Cómo ordenar la memoria? ¿Cómo construir el suelo que pisamos? ¿Cómo calmar nuestras heridas cuando no tenemos acceso a los recuerdos? ¿Cómo levantarse cuando se han derretido nuestros asideros?¿Simbolizando recuerdos, dibujándolos quizá?
El punto de partida de este trabajos se sitúa en un momento en el que las preguntas me invadían y la fuerza para responderlas era inexistente. Intentando evadir el momento que vivía y creyendo que me alejaba de él, me di cuenta, que a través de la fotografía, indirectamente, me estaba enfrentando a la situación. El medio y mediador la naturaleza. Me dio espacio y libertad para expresarme.
El trabajo se fundamenta en la búsqueda de asideros simbólicos. Después de la aceptación del momento que vivía, convertí recuerdos de vivencias en imágenes. Puse en relieve valores que son fundamentales para mi, y siguiendo la senda, paso a paso, fui construyendo asideros nuevos, Plásticamente he buscado en las imágenes la densidad de lo analógico. Con respecto al espacio he tratado de que sean amplios blancos para poder dibujar simbolismos. Asimismo las imágenes han sido intervenidas digitalmente.
La primera expresión del trabajo ha sido en forma de libro de una sola copia hecha a mano. En la portada se ha utilizado hilo de sutura para coser un simbolismo. La encuadernación es de tipo acordeón planteando así la secuencia. Se puede leer tanto pasando de hoja en hoja como abierto enteramente.”