“Soy Lola Guerricaechebarria, tengo 19 años y vivo en Astrabudua. Me encanta todo tipo de arte, pero lo que más me llena es la fotografía, la escritura y la música. Hace poco que salí del cascaron de la comodidad y empecé a moverme, así tuve la oportunidad de participar en el concurso de poesía “Poetry Slam” en el que quedé finalista de España 2018. En ese momento fue cuando me di cuenta de que tenemos que exprimir al máximo la naranja de la imaginación si queremos beber del jugo, con otras palabras, me di cuenta de que las cuatro paredes de mi habitación se habían cansado de escucharme y que la calle aun me desconoce.
Estos cortos años de mi vida los he pasado buscando palabras, melodías y encuadres que me hagan sentir viva a mí y a los de mi alrededor. Nunca tuve claro a que quería dedicarme y aun me siguen acechando las dudas, pero lo que si se es que quiero seguir expresándome. Expresarse, ese bonito regalo que nos da la vida y que también me han dado mis padres.”
Me llaman Lola
“Nacemos,
nos asignan un nombre,
una identidad,
una foto de carnet que
debería decir quien soy.
Sin embargo,
no me reconozco.
Sueño,
lloro,
corro,
grito,
escribo
y entonces,
me reconozco.
Han sido muchas las veces que me he mirado al espejo y me he preguntado “¿quien soy? ¿O debería preguntar quien eres?”. Bien es cierto que no creo ser la única que tenga esta sensación, creo que todos tenemos problemas existenciales y como dice mi madre “es la edad”. Y lo cierto es que seguramente tenga razón y que el paso del tiempo pondrá a cada persona en su lugar, pero para cuando llegue ese momento quiero haberme explorado lo suficiente como para mirarme al espejo y decirme “no era la edad, eran las ganas”. Eran, son y serán las ganas que tengo de vivir, de moverme y de sentirme.”